Algo similar me han referido ya algunas personas, y probablemente no serán las únicas. El mismo día de la huelga general convocada para el próximo miércoles, nosotros, los de ARDIT, inauguraremos un congreso internacional, donde, junto a nosotros, medievalistas peninsulares y europeos que están realizando su tesis doctoral compartirán con todos y todas sus inquietudes investigadoras y sus esperanzas - y dudas – acerca del mundo académico que estamos heredando.
Por supuesto que no buscábamos encontrarnos en esta tesitura, pero ante ella ¿debemos cancelar un evento que lleva gestándose más de medio año y en el que han puesto sus ilusiones, sus esfuerzos y sus energías más de setenta personas?
Ya desde nuestra fundación, hace casi un año, teníamos claro que uno de los objetivos principales de la asociación era organizar un congreso internacional: es primordial que los estudiantes de tercer ciclo nos conozcamos y encontremos espacios para la discusión académica mientras elaboramos nuestras respectivas tesis doctorales.
Materializar este deseo es y está siendo un trabajo arduo y en ocasiones complicado que sólo es posible si existe un grupo humano que tiene entusiasmo y ganas de trabajar, como por suerte es el caso de ARDIT. A esto hay que añadir la colaboración incondicional de instituciones que, desde la Universidad y fuera de ella, nos han ofrecido apoyo logístico y financiero para que este primer congreso vea la luz.
Al margen de nuestras convicciones ideológicas, o quizá teniéndolas muy presentes, continuamos adelante. Nuestra mejor reivindicación es estos momentos es precisamente celebrar el congreso, aunque ello nos pueda ocasionar no pocos problemas y bastante incomprensión.
Araceli Rosillo Luque
Por supuesto que no buscábamos encontrarnos en esta tesitura, pero ante ella ¿debemos cancelar un evento que lleva gestándose más de medio año y en el que han puesto sus ilusiones, sus esfuerzos y sus energías más de setenta personas?
Ya desde nuestra fundación, hace casi un año, teníamos claro que uno de los objetivos principales de la asociación era organizar un congreso internacional: es primordial que los estudiantes de tercer ciclo nos conozcamos y encontremos espacios para la discusión académica mientras elaboramos nuestras respectivas tesis doctorales.
Materializar este deseo es y está siendo un trabajo arduo y en ocasiones complicado que sólo es posible si existe un grupo humano que tiene entusiasmo y ganas de trabajar, como por suerte es el caso de ARDIT. A esto hay que añadir la colaboración incondicional de instituciones que, desde la Universidad y fuera de ella, nos han ofrecido apoyo logístico y financiero para que este primer congreso vea la luz.
Al margen de nuestras convicciones ideológicas, o quizá teniéndolas muy presentes, continuamos adelante. Nuestra mejor reivindicación es estos momentos es precisamente celebrar el congreso, aunque ello nos pueda ocasionar no pocos problemas y bastante incomprensión.
Araceli Rosillo Luque